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jueves, 15 de noviembre de 2012

Marlen Amox, la dieron por muerta pese a rastros de vida en Juárez
Por Guadalupe Lizárraga

Ciudad Juárez México.- Marlen Amox Fernández fue desaparecida el 30 de julio de 2012 en Ciudad Juárez. Con veinte años de edad y un hijo de un año, su caso sin embargo no es igual a los más de 200 feminicidios sin resolver y más de 300 reportes de desaparecidas en el último año en esta región fronteriza. La diferencia es que su madre, Emilia Fernández, presentó evidencias contundentes ante la fiscalía de que su hija estaba viva y las autoridades insistieron en darla por muerta con la completa obediencia de los medios de comunicación.
La Fiscalía del Estado activó el protocolo Alba, después de que le negara a la madre levantar el reporte de desaparecida por que su hija "era mayor de edad". La Fiscalía de Género confirmó "el hallazgo" de unos siete restos óseos junto con objetos personales de mujer, que desconoció con firmeza la madre como propiedad de su hija, y aún así la fiscalía presentó el caso ante los medios de comunicación como un feminicidio más ahora con el nombre de Marlen Amox Fernández.
Marlene salió de su casa con una amiga, y dijo que “iba a ir a un mandado” la tarde del 30 de julio. Ya no regresó a su casa para dormir, y su madre empezó a buscarla. La amiga dijo que se la habían llevado dos personas, un hombre y una mujer, que le habían ofrecido trabajo en un puesto de hamburguesas.
Fue a levantar un reporte a la fiscalía y le dijeron que no procedía por ser mayor de edad. Hasta el quinto día, el 4 de agosto, a insistencia de la madre fue que levantaron el reporte de su desaparición ante el Ministerio Público.
Antes, el 2 de agosto, la madre tenía una llamada perdida en su teléfono y se lo dio a la fiscalía para que rastreara el número. Ese mismo día la vecina, amiga muy cercana de Marlen, recibió dos llamadas, una no alcanzó a contestar y en la segunda vez pudo reconocer la voz de Marlen en un gemido lastimoso.
En un lapso de dos horas, de diez a doce de la mañana de ese mismo día, la vieron en la colonia tres personas conocidas de la familia. Una de ellas escuchó a Marlen muy nerviosa que decía por teléfono: “No venga, porque está mi mamá en la casa”.
La fiscalía publicó en los medios que se activó el protocolo Alba el seis de agosto en busca de Marlen. Pero ignoraron a la madre sobre la información que aportó de los vecinos que la vieron cuatro días antes y de las llamadas que hicieron a su teléfono.
Otro vecino, el siete de agosto, incluso habló con ella, y después la vio que se fue con una mujer morena con aspecto de “chola”, especifica. Según, el testigo, Marlen le preguntó si tenía una casa de renta, y mientras respondía caminaron juntos del parque hacia su tienda. Después, Marlen se fue a hablar con la mujer de aspecto de “chola”, y el testigo ya no la vio más.
La última persona que la vio fue el 14 de agosto. Le dijo a la madre que había visto a Marlen de muy cerca, la saludó, pero la vio “muy rara, como si estuviera drogada”. Dijo Emilia que cuando la vieron los vecinos no sabían que Marlen estaba desaparecida, "hasta que se enteraron por las noticias de la televisión".
El 12 de septiembre, Emilia Fernández recibió una llamada de la fiscalía. Era la psicóloga María Guadalupe Torres para preguntarle cómo se sentía, si podía aguantar una mala noticia. Emilia sorprendida y haciéndose fuerte, preguntó por qué. La funcionaria dijo que “había salido positivo el examen de ADN de su hija”.
A partir del caso de Adriana Sarmiento, desaparecida a los 15 años de edad, en 2008, que estuvo guardada en la morgue por tres años con evidencias manipuladas por las propias autoridades, la fiscalía pide muestras de ADN a los padres que reportan a sus hijas como desaparecidas. A los cuerpos o restos óseos que van reportando como “encontrados”, les realizan el examen y dan aviso a los padres si corresponde a su hija.
Emilia, al escuchar a la psicóloga, quedó estupefacta y fue otra funcionaria responsable de la investigación, Aidé Guzmán, a quien correspondió ratificar por teléfono la noticia de la muerte de Marlen Amox Fernández. Incrédula, la madre da cuenta de nuevo de los detalles sobre las personas que vieron a su hija, las fechas y las circunstancias. Pero ya nadie escuchó del otro lado del auricular.
La Fiscalía de Género afirmó haber encontrado los restos óseos de Marlen el 26 de agosto. La madre dijo que “no era creíble su versión, porque a su hija la habían visto los días 2, 7 y 14 de agosto, "no podía quedar sólo en restos óseos en doce días”.
¿Por qué no puede ser Marlene?
Para el lunes 15 de octubre, Emilia Fernández se presentó a la morgue a las siete de la tarde con los empleados de la fiscalía a excepción de Aidé Guzmán, quien fue la funcionaria que ocultó información, quien se opuso a la madre a que viera las evidencias directamente y quien colaboró para dar la noticia en los medios. En ese día la sustituyó el agente Eduardo Villarreal.
“Toda la ropa se parecía mucho a la de mi hija”, dijo Emilia Fernández, “pero no coincidía en la talla”. La hija de Emilia es talla L, y la ropa que le presentó la fiscalía era talla más grande, 2XL. La talla de sus zapatos era 4.5 o 5, y la fiscalía presentó unos tenis de número 3. La ropa, dice Emilia, "estaba como nueva, limpia, junto a la ropa de otras víctimas que tenían sangre o estaban amarillentas y sucias".
Un collar de fantasía que traía Marlen estaba en excelente estado, "brillaba todavía", dijo uno de los acompañates de Emilia, cuando por la supuesta descomposición del cuerpo tendría que haberse deteriorado. "La pantalonera también era una talla diferente a la de Marlen, no coincidía con su estatrura".
“Estoy cien por ciento segura que no es mi hija”, dijo Emilia, “mi hija no tiene esa forma de cráneo, el de ella es muy redondo y sus dientes son muy peculiares”.
Cuando salió Emilia de la morgue con sus acompañantes, la psicóloga Guadalupe Torres le dijo: “señora, hasta le cambió el semblante”. Y Emilia respondió: “Claro que sí, porque no es mi hija. Se equivocaron”.
Emilia Fernández dijo que todos se habían quedado “calladitos”, reiteró: “no dijeron nada”, sólo se despidieron.

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