Por Mariana Arvizu Rivera
Durante los días 5 y 6 de septiembre del presente año, una psicosis colectiva embistió a gran parte de la zona oriente del estado de México - San Vicente Chicoloapan, La Paz, Netzahualcóyotl, Valle de Chalco, Ixtapaluca hasta Ecatepec - y las delegaciones colindantes del Distrito Federal - Iztapalapa, Iztacalco, Venustiano Carranza, entre otros -, esto debido a que, la versión oficial afirma que todo comenzó con una gresca entre Antorcha campesina y Movimiento ciudadano por una ruta de mototaxis. Sin embrago, lo más importante es que ante una amenaza de asaltos masivos, la entrada de grupos bien conformados del crimen organizado, las personas entren en un estado de frenesí tal, que ante la utilización de las diferentes formas de comunicación se cree tanto temor como para paralizar la vida entera de una comunidad.
“El que teme sufrir ya sufre el temor”, dice un proverbio chino. Si la sociedad ante la situación actual ya teme sufrir, teme perder lo que tiene, lo que ama. La situación crítica del país ha ocasionado que el miedo pueda regir el actuar de una sociedad entera, incluso de un gobierno – federal, estatal y municipal – incapaz de informar oportunamente a su población, actuar de forma oportuna y evitar daños mayores en todos los ámbitos sociales. “Se realizó un estudio en donde se investiga la violencia y los efectos psicosociales en donde se concluyó que se va creando un estrés post-traumático relacionado con la misma, y que la prevalencia de los principales síntomas (angustia frecuente o gran esfuerzo para cumplir con tareas cotidianas, irritabilidad, insomnio frecuente y desesperanza) no son exclusivos de los municipios más violentos, sino que se presenta un fenómeno de contagio, siendo los medios de comunicación cruciales en su retransmisión”.
Lo más preocupante es el qué nos espera como sociedad cuando sabemos que para un adecuado control de las situaciones riesgosas, se llegan a tener medidas que atentan contra las garantías individuales; el mejor ejemplo es el caso de Veracruz en donde a los usuarios de twitter se les acusó de“terrorismo” y de difundir mensajes que causan psicosis entre habitantes, por lo que se les encarcelo, la propuesta del gobierno es solo acusarlo de perturbación del orden público. El uso de las redes sociales es para mantenerse mejor informado, poder expresar lo que no se dice en los medios masivos de comunicación, principalmente radio y televisión. El uso del miedo de las sociedades, para un control se ha justificado cuando se pone en riesgo la seguridad y estabilidad de la humanidad. El primer ejemplo ya lo menciones, sin embargo, podemos nombrar otros tales como el caso de San Salvador Atenco en donde los campesinos luchaban por conservar sus tierras y por lo que “el ex presidente Vicente Fox en el 2003 los calificó como “una afrenta contra los mexicanos” para justificar la represión del día de la Santa Cruz. Una organización, según el ex comisionado de la Agencia de Seguridad Estatal (ASE), el vicealmirante Wilfrido Robledo Madrid, de secuestradores, homicidas; que merece estar en La Palma, sin necesidad de ningún estudio que determine su peligrosidad. Desde entonces asegura Paulino Zavala, uno de los heridos y presos, “nuestro pueblo está enfermo…del susto”.El pueblo mexicano está enfermo de miedo, tanto como para justificar el uso de la fuerza incluso militar, “las cuáles en los dos sexenios recientes han recurrido cada vez con más frecuencia a la tortura como método de fabricación de culpables en el contexto de la guerra contra el crimen organizado, y como herramienta para intimidar a los movimientos sociales. Este fenómeno, se produce más en contra de las personas de estratos sociales bajos, de quienes se sospecha de antemano que pertenecen a los diferentes grupos criminales y contra miembros de organizaciones sociales, y que muestra que los casos de tortura han aumentado durante el sexenio (mil 105 en 2009 y mil 161 en 2010), sin embargo sólo representarían 10 por ciento de las cifras reales, pues la gran mayoría de las víctimas de dicho crimen nunca lo denuncian por temor a represalias según la CNDH, así lo advirtió el informe En nombre de la guerra contra la delincuencia, realizado por el colectivo francés Acción de Cristianos para la Abolición de la Tortura (ACAT)”.
Debemos tener cuidado como sociedad, o la represión en la libertad de expresión terminará como el caso de Egipto, en donde el gobierno bloqueó internet y la telefonía móvil, para evitar que los ciberactivistas, informasen de lo que ocurría en de los lugares donde se producirán las principales manifestaciones.
Aldous Huxley - Novelista, ensayista y poeta inglés (1894-1963) – escribió: “El amor ahuyenta el miedo y, recíprocamente el miedo ahuyenta al amor. Y no sólo al amor el miedo expulsa; también a la inteligencia, la bondad, todo pensamiento de belleza y verdad, y sólo queda la desesperación muda; y al final, el miedo llega a expulsar del hombre la humanidad misma”. El miedo debe hacernos buscar solución al problema, un mejor diálogo con el entorno, con el mundo. Reconocernos a nosotros mismos, conocer a la sociedad.
Mohamed el-Baradei (premio Nobel 2005) señaló: "Cuando se rompe la cultura del miedo, ya no hay vuelta atrás". No dar armas a que en este sexenio que viene se reinicie el caos social. No dejemos que el miedo rija nuestro pensamiento, nuestra vida. Tomemos valor para poder expresarnos, pero también para escuchar; esto nos permitirá discernir entre lo verdadero y lo falso, tanto en nosotros como en los demás.
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