La diputada federal del PRI, Maricela Serrano Hernández, demandó al gobierno federal dar un giro a su política social y que utilice de manera correcta los recursos que le aprobó la Cámara de Diputados para combatir la pobreza.
En este sentido, sugirió que antes de otorgar mayores presupuestos a la Secretaría de Desarrollo Social para el 2012, se lleve a cabo una profunda revisión a programas como Oportunidades, el cual ha sido, en varias ocasiones, utilizado más como un gancho electoral que como una verdadera herramienta para abatir la desigualdad entre la población.
Aseveró que los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), en los que registra una dramática caída de los ingresos de las familias entre 2008 y 2010, sólo corroboran que la política social y de combate a la pobreza, implementada por el gobierno de Felipe Calderón, “ha sido un rotundo fracaso”.
Recordó que de acuerdo con el INEGI, los ingresos familiares cayeron 12.2 por ciento, lo que confronta al anunciado crecimiento del poder adquisitivo que pomposamente manifestaron tanto el secretario de Hacienda y Crédito Público, Ernesto Cordero Arroyo, como el titular del Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano Alarcón y el mismo presidente Felipe Calderón.
Hoy vemos, añadió, que la pobreza en México se profundiza dramáticamente, al grado de que el número de menesterosos alcanza la vergonzosa cifra de casi 80 millones, de los cuales, más de la mitad están en pobreza extrema.
La también secretaria de la Comisión de Desarrollo Social y dirigente de la organización Antorcha Campesina en el Estado de México, destacó que en los últimos diez años, los gobierno panistas han contado con presupuestos históricos para respaldar sus políticas públicas, sin embargo, en este mismo lapso de tiempo han demostrado su incapacidad para aplicarlos correctamente y no han podido encontrar la brújula.
Serrano Hernández mencionó que prueba de ello es el hecho de que la Secretaría de Desarrollo Social, pese a contar con mayores presupuestos en 2009 y 2010 para los programas Liconsa, Jornaleros Agrícolas, Oportunidades y el Fondo Nacional de Apoyos para Empresas en Solidaridad (Fonaes), entre otros, ejercieron menos recursos y por tanto incumplieron las metas programadas.
En materia laboral, abundó, la falta de fuentes de empleo formales obligó a que más de 13 millones de mexicanos se involucraran en el ambulantaje, la piratería y otros subempleos.
Aunado, por los menores ingresos las familias tuvieron que sacrificar gastos en educación, salud, vivienda, ropa y calzado para dar prioridad a los alimentos.
En materia de educación, indicó la legisladora, la política errática de Felipe Calderón ha dejado a más de 35 millones de mexicanos sin concluir su educación básica, en tanto que el ejército de jóvenes sin empleo ni escuela crece cada año aceleradamente, con lo que compromete el futuro del país.
“Hoy se habla de más de siete millones de jóvenes que ni estudian ni trabajan, pero cada la cifra crece porque no existe una verdadera política social que atienda las necesidades de las presentes y futuras generaciones, las cuales, desgraciadamente, tendrán como única esperanza la migración o el crimen organizado”, concluyó.
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