Puño y Letra

Tatuajes y perforaciones no deben ser motivo de discriminación

 

Toluca, Méx, febrero 2014.- La apariencia de una persona, incluida su forma de vestir, peinar o tratar su cuerpo, no debe ser motivo de discriminación alguna ni le impide ejercer sus derechos libremente, puntualizó Alejandra Carmona Castañeda, integrante de la Secretaría Ejecutiva de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México.

La funcionaria de la Defensoría de Habitantes detalló que pese a que cada persona tiene derecho a hacer con su cuerpo lo que quiera, la discriminación por tener  tatuajes y perforaciones es una cuestión cultural que propicia un fenómeno de menoscabo hacia la persona afectando su autoestima.

Refirió que el hecho de que una persona se vea diferente al común denominador dentro de una sociedad, no debe ser impedimento para ejercer sus derechos libremente.

No obstante, reconoció que actualmente las personas con tatuajes y perforaciones en diferentes partes de su cuerpo sufren discriminación debido a los estereotipos que se han creado a lo largo de la historia de la sociedad, como por ejemplo, el relacionarlos con delincuencia, adicciones, pandillerismo, entre otras actividades ilícitas.

Por ello, explicó que es necesario crecer con una cultura de respeto a la diversidad de expresiones y erradicar esos estigmas que se tienen sobre la apariencia de cualquier ser humano.

Resaltó que si bien hay normas en instituciones públicas y privadas, así como códigos de conducta a seguir, nadie debe discriminar a una persona tatuada o con piercing.

En el caso de que haya discriminación por parte de alguna autoridad estatal o municipal es la CODHEM quien atiende a la persona que se sienta agraviada; mientras que en el sector privado hay instituciones como el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, que investigan estos asuntos que ocurren de particular a particular.

Por último, la funcionaria de la Defensoría de Habitantes recalcó que es muy importante la comunicación familiar, ya que el primer lugar donde se discrimina es la casa, por lo que antes de que el papá o la mamá nieguen a su hijo hacerse un tatuaje, debe hablarse sobre las razones por las que se quiere tatuar y evaluar los pros y contras de dicho acto, ya que de lo contrario, la prohibición puede detonar una situación de violencia entre padres e hijos.