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jueves, 13 de febrero de 2014

Amparo a sexoservidoras las protege de extorsión y autoridades
México, D.F.- El amparo concedido por un juzgado federal a sexoservidoras y sexoservidores, que los reconoce como trabajadores no asalariados, es histórico y trascedental, sostuvo la abogada Bárbara Zamora, quien agregó que los beneficiarios de la resolución podrán defenderse de extorsiones y malos tratos de policías, inspectores y agentes del ministerio público que sufren cotidianamente.
La representante legal del grupo de sexoservidores destacó que la decisión de la jueza primero de distrito en materia administrativa, Paula María García Villegas es “muy completa”, porque no sólo reivindica el derecho de las personas al trabajo que quieran desempeñar, sino que también abre la puerta para que sean reconocidos los derechos laborales de los hombres y mujeres que se dedican a la prostitución.
Zamora agregó en entrevista que al decretar la inconstitucionalidad del artículo 24 fracción VII de la Ley de Cultura Cívica del Distrito Federal -que sirvió de fundamento para que el 4 de marzo de 2013 la Subdirección de Trabajo No Asalariado de la Secretaría de Trabajo y Fomento al Empleo del Gobierno del Distrito Federal les negara la credencial de trabajadores no asalariados, bajo el argumento de que dicha norma prevé el sexoservicio como una infracción de carácter administrativo, cuando exista queja vecinal- la jueza García Villegas por primera vez reconoció oficialmente el sexoservicio “como un trabajo”, porque hasta antes de la sentencia no había un reconocimiento oficial como tal.
Esto es importante, explicó, porque las personas que recibieron el amparo podrán acreditar su personalidad ante la autoridad con la credencial que le deberá entregar en breve la autoridad capitalina y con ello, no habrá razón para que sean hostigadas o extorsionadas por policías, inspectores o ministerios públicos.
Además, subrayó, es un precedente para que las personas que están en la misma situación exijan el reconocimiento de sus derechos laborales.

La Jornada

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