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lunes, 5 de agosto de 2013

MACABRO HALLAZGO EN SAN MIGUEL TEOTONGO IZTAPALAPA

Solo los brazos de una mujer de aproximadamente 25 años, fueron encontrados sobre la carretera Mexico Puebla, en la colonia San Miguel Teotongo, aún no encuentran el resto del cuerpo; se presume una venganza entre delincuentes.
El ha­llaz­go fue rea­li­za­do por ve­ci­nos de la Co­lo­nia San Mi­guel Teo­ton­go, que la ma­ña­na de ayer (do­min­go), al sa­lir a rea­li­zar sus ac­ti­vi­da­des vie­ron los res­tos hu­ma­nos so­bre el ca­rril la­te­ral, aun­que no es­ta­ba el res­to del cuer­po.
Al com­pro­bar que se tra­ta­ba de res­tos hu­ma­nos de una dama de unos 25 años, lla­ma­ron a la po­li­cía pa­ra que fue­ran le­van­ta­dos por per­so­nal es­pe­cia­li­za­do.
Des­de las 8:00 ho­ras, los ele­men­tos de la Se­cre­ta­ría de Se­gu­ri­dad Pú­bli­ca (SSP) to­ma­ron co­no­ci­mien­to y die­ron par­te al mi­nis­te­ro pú­bli­co de la De­le­ga­ción Iz­ta­pa­la­pa, a fin de que pe­ri­tos y el re­pre­sen­tan­te so­cial acu­die­ran al lu­gar.
Mien­tras lle­ga­ba el mi­nis­te­rio pú­bli­co, los uni­for­ma­dos in­te­rro­ga­ron a los ve­ci­nos, pe­ro nin­gu­no co­men­tó que se co­no­cie­ra el ca­so de al­gu­na ve­ci­na de­sa­pa­re­ci­da, por lo que se es­pe­ra que con el apo­yo del Cen­tro de Apo­yo a Per­so­nas Ex­tra­via­das y Au­sen­tes (Ca­pea) pu­die­ra ha­ber al­gu­na luz pa­ra de­ter­mi­nar de quién son los bra­zos y dón­de es­ta el res­to del cuer­po.
Al lle­gar el mi­nis­te­rio por ahí de las 10:00 ho­ras con ayu­da de per­so­nas del Ser­vi­cios Pe­ri­cia­les rea­li­za­ron el le­van­ta­mien­to de los res­tos, mis­mos que fue­ron en­via­dos al fo­ren­se pa­ra sa­ber co­mo es que fue­ron des­pren­di­dos del res­to del cuer­po.
Sin em­bar­go, po­li­cías en el lu­gar ade­lan­ta­ron que es­tos fue­ron cor­ta­dos don­de ter­mi­na el hom­bro, y que al pa­re­cer es­to fue rea­li­za­do con un cu­chi­llo con fi­lo, lo que ha­ce re­mo­ta la po­si­bi­li­dad que la mu­jer ha­ya si­do arro­lla­da por al­gún ve­hí­cu­lo pe­sa­do, ade­más que no apa­re­ce el res­to del cuer­po.

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