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lunes, 17 de diciembre de 2012

Llega “La Magia de la Navidad” al DF, inauguran pista de hielo
Ciudad de México.- Ese murmullo creciente viene desde la calle de Madero. Escapan algunas risas, grititos que se pierden entre la multitud que desde muy temprano empezó a inundar la Plaza de la Constitución.
En la plancha, los patinadores sobre esquíes practican en el escenario nevado que se montó en el extremo nororiente del Zócalo, y en el centro, el sonido, las luces, y las cámaras esperan el momento no sólo del encendido del alumbrado navideño ni de la inauguración de la pista helada, sino como minutos después diría el jefe de gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera, la llegada de la Navidad al Distrito Federal.
Dura y blanquísima, la pista helada, rodeada de árboles navideños con moños dorados es el escenario principal; ahí en medio, en donde fue desplegado el nuevo logotipo del gobierno central, Macera llegaría en punto de las 18:30 horas para pedir con una cuenta regresiva del 10 al 0 que la gente, su gente, arremolinada en torno al escenario, le ayudara a encender las luces.
Fue a las 18:40 horas cuando la ciudad ya estaba bajo un cielo en penumbras y una luna sonriente, de cuarto menguante, cuando los farolitos, las Nochebuenas, los Reyes Magos, el nacimiento de Jesús y mensajes de prosperidad se encendieron desde las fachadas de los dos edificios del gobierno capitalino y del portal de Mercaderes.
El escenario ya estaba puesto y el murmullo siguió creciendo conforme la noche pasaba. Un vals se escuchó en la pista de hielo, mientras en ese espacio se desenvolvían en movimientos bien sincronizados un grupo de niñas de vestido rojo y moños blancos en la cabeza, perseguidas por algunos jovencitos que simulaban estar al acecho de esas caperucitas rojas.
A la plancha del Zócalo, los peatones seguían llegando. La calle de Madero, como 20 de Noviembre y 5 de Mayo eran esas llaves por las que el chorro inundaba el centro. Las cabecitas, únicamente iluminadas por el resplandor del tradicional alumbrado iban y venían. Admiraban, paseaban.
Diciembre es tiempo de compras y la pista es sólo un atractivo más en esta ciudad de ires y venires. Bien abrigados, los capitalinos llenaban el Zócalo, quizá por coincidencia o quizá por planeación, pero el hecho es que a las 19:00 horas la multitud ya se había extendido y las miradas seguían los movimientos artísticos a través de las pantallas.
La apertura de los espectáculos en la pista de hielo estuvo a cargo de un grupo de patinadores, hombres y mujeres, vestidos como personajes clásicos de la ciudad tales como bomberos, paramédicos, policías, mariachis, estudiantes. Porque como dijeron los maestros de ceremonia: “la ciudad es de todos”.
La Navidad había llegado ya, casi por decreto de Miguel Ángel Mancera quien, sonriente, deseó a los capitalinos y visitantes “que encuentren la paz y la armonía; bienvenidos al DF”. Y para dar paso a los espectáculos “nunca antes vistos” en América Latina de motocicletas para hielo, Mancera se fue, levantó el brazo y gritó: “Feliz Navidad a todas y a todos"

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