Ciudad de México.- Al no encontrar elementos para relacionarlos con algún grupo delictivo o social, la Procuraduría capitalina sólo consignó ante un juez de Delitos No Graves, a los cinco sujetos que fueron sorprendidos propagando a través de un altavoz mensajes de alarma y amenazas contra la población de la zona oriente de la ciudad.
Asimismo, la Policía Cibernética detectó 10 cuentas de Twitter desde las cuales se estuvieron difundiendo los mismos mensajes de alarma, por ello, las investigaciones sobre las personas que utilizaron este canal para aterrar a la población siguen vigentes.
Autoridades capitalinas, informaron que no encontraron elementos para establecer la responsabilidad de los cinco sujetos en el delito de ataques a la paz pública como se consideró en su momento, por ello, sólo se estableció que incurrieron en el delito de desobediencia de particulares, falta no grave por la que alcanzaron fianza.
A pesar que en un principio las autoridades informaron que dichos sujetos recibieron 400 pesos cada uno por difundir a través de un altoparlante los mensajes de alarma, posteriormente señalaron a través de un boletín que actuaron solos y que no se les logró vincular con la delincuencia organizada, con algún partido o grupo político que los haya contratado con un fin específico, y fueron liberados sin ninguna restricción legal.
Cabe destacar que el jueves pasado se desató una psicosis delictiva en el área limítrofe entre el Estado de México y el Distrito Federal, principalmente en la zona oriente, en las delegaciones Iztapalapa, Iztacalco, Gustavo A Madero, y los municipios de Nezahualcóyotl, Chalco, Chimalhuacán, entre otros.
Por ello, cientos de comercios de dichas zonas cerraron desde el medio día del jueves para evitar los presuntos ataques de la delincuencia organizada o grupos políticos que según iban a “rafaguear” los establecimientos, lo que generó serias afectaciones a la economía local de cada colonia.
Asimismo, escuelas públicas y particulares tuvieron que suspender las clases por los presuntos actos delictivos, creando angustia entre padres de familia, estudiantes y profesores.
A pesar de todas éstas afectaciones las autoridades capitalinas consideraron que los cinco sujetos no incurrieron en un delito grave y fueron puestos en libertad a pesar de ser sorprendidos gritando consignas y amenazas como: “Ahí vienen los antorchistas, cierren sus negocios y sus casas porque esto se está armando en grande y quien se niegue les romperemos la madre” ó “Cierren sus negocios, váyanse a sus casas porque les van a disparar y a matar”.
Asimismo, la Policía Cibernética detectó 10 cuentas de Twitter desde las cuales se estuvieron difundiendo los mismos mensajes de alarma, por ello, las investigaciones sobre las personas que utilizaron este canal para aterrar a la población siguen vigentes.
Autoridades capitalinas, informaron que no encontraron elementos para establecer la responsabilidad de los cinco sujetos en el delito de ataques a la paz pública como se consideró en su momento, por ello, sólo se estableció que incurrieron en el delito de desobediencia de particulares, falta no grave por la que alcanzaron fianza.
A pesar que en un principio las autoridades informaron que dichos sujetos recibieron 400 pesos cada uno por difundir a través de un altoparlante los mensajes de alarma, posteriormente señalaron a través de un boletín que actuaron solos y que no se les logró vincular con la delincuencia organizada, con algún partido o grupo político que los haya contratado con un fin específico, y fueron liberados sin ninguna restricción legal.
Cabe destacar que el jueves pasado se desató una psicosis delictiva en el área limítrofe entre el Estado de México y el Distrito Federal, principalmente en la zona oriente, en las delegaciones Iztapalapa, Iztacalco, Gustavo A Madero, y los municipios de Nezahualcóyotl, Chalco, Chimalhuacán, entre otros.
Por ello, cientos de comercios de dichas zonas cerraron desde el medio día del jueves para evitar los presuntos ataques de la delincuencia organizada o grupos políticos que según iban a “rafaguear” los establecimientos, lo que generó serias afectaciones a la economía local de cada colonia.
Asimismo, escuelas públicas y particulares tuvieron que suspender las clases por los presuntos actos delictivos, creando angustia entre padres de familia, estudiantes y profesores.
A pesar de todas éstas afectaciones las autoridades capitalinas consideraron que los cinco sujetos no incurrieron en un delito grave y fueron puestos en libertad a pesar de ser sorprendidos gritando consignas y amenazas como: “Ahí vienen los antorchistas, cierren sus negocios y sus casas porque esto se está armando en grande y quien se niegue les romperemos la madre” ó “Cierren sus negocios, váyanse a sus casas porque les van a disparar y a matar”.
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