Páginas

domingo, 2 de septiembre de 2012

FELIPE RODRIGUEZ AGUIRRE “INVERSIONISTA” DE MANUEL CAMACHO SOLIS, EN EL ESTADO DE MEXICO.


En Nezahualcóyotl, Estado de México, Yo Soy 132 tiene inversiones económicas tendenciosas generadas por Felipe Rodríguez Aguirre, Primitivo Ortega Olays y Sergio García Díaz, quienes desde el interior de la Preparatoria 82 “José Revueltas”, y la Universidad Emiliano Zapata, pagan “gratificaciones económicas” que van de los 800 hasta los 2 mil pesos entre los estudiantes de estos centros de nivel medio superior para respaldarlos movimientos estudiantiles y las actuaciones confrontadas de AMLO en contra de la decisión del Tribunal Electoral. El motivo aparentemente político, tiene un trasfondo maquiavélico; Felipe Rodriguez Aguirre desea negociar su regreso a San Lázaro y conseguir la legalización de seis preparatorias ubicadas en los municipios de Chimalhuacan, Chicoloapan y Nezahualcóyotl, lo que le permitiría una presencia sólida ante el Gobierno del Estado de México, por lo anterior el Instituto Federal Electoral debería poner los ojos en estas actuaciones, donde la preparatoria 82 y la Universidad Emiliano Zapata se volvieron alquimistas de un caldo de cultivo entre los estudiantes de nivel medio superior.
Se trata de un movimiento prefabricado por líderes de la izquierda partidista con la intención de generar un núcleo de oposición sistemática a la candidatura del priista Enrique Peña Nieto.
De acuerdo con datos recabados y confirmados en varias fuentes por este reportero, el principal orquestador de este movimiento fue el coordinador del DIA y ahora candidato del PRD al Senado, Manuel Camacho Solís.
La intención es poner en evidencia que el movimiento Yo Soy 132 no surgió por una inconformidad de los estudiantes de la Ibero con la clase política, sino por la iniciativa, a instancias, de ciertos personajes que forman parte de esa clase política. Camacho Solís encontró en la Universidad Iberoamericana las condiciones excelentes para incubar un movimiento estudiantil que, al ser en su origen anti-Peña, automáticamente fue pro Andrés Manuel López Obrador.

La izquierda usó a los jóvenes para levantar la campaña de López Obrador, y luego sacrificó a un joven para que Camacho Solís pudiera ser senador. Recurrió literalmente al madruguete para que el sacrificado, Juan Pablo Cortés, no hiciera olas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario