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miércoles, 18 de abril de 2012

Presenta Ulrich Richter Morales su
Libro Manual del Poder Ciudadano


La Paz, Méx.- “Lo que México necesita es que participemos más las personas. Que nos convirtamos de habitantes a ciudadanos y de esa forma revertir nuestro fracturado tejido social”, dijo aquí el especialista universitario Ulrich Richter Morales, autor del libro Manual del Poder Ciudadano.

El abogado, quien en su momento defendió a la revista “Proceso” contra las acusaciones de Martha Sahagún de Fox, señaló que casi por definición, un ciudadano “es el que conoce los valores cívicos, el que paga sus impuestos, el que respeta las señales de tránsito, el que te saluda”.

Destacó que en México ya nadie respeta las reglas de convivencia. “Al contrario. Vivimos en una tierra sin ley, donde no se respeta la vida ni al prójimo y donde todos los días vemos en la televisión las batallas del Ejército contra otros mexicanos”.

                                                       BARBARIE
 Ahí, en la Casa de la Cultura de La Paz, el experto dijo que ya hasta parece natural que un día sí, y otro también, la policía encuentre 7 o 10 decapitados en tal paraje. “Estos son actos de barbarie generados por individuos sin educación, pero también sin oportunidades".
Manifestó que es fundamental volver a los valores éticos, cívicos y de convivencia que devuelvan al país la tranquilidad perdida.
No es posible, argumentó, que un mexicano mate a otro de manera brutal y los demás sólo nos quedemos pasmados ante la violencia. “No estamos en Afganistán o Siria. Tenemos que hacer algo”.
Dijo que entre las muchas explicaciones que pueden hallarse, y analizadas de forma exhaustiva, se encuentra la actitud del gobierno, que durante décadas buscó tener “súbditos”, en lugar de ciudadanos. “A las autoridades jamás les interesó tener una población educada, pensante, y hoy la consecuencia es que los jóvenes han tomado las armas, el camino equivocado”.
Resaltó el ponente que resultado de lo anterior es un Estado fallido, 56 millones de pobres, un tejido social fracturado y habitantes sin herramientas para lograr un modo honesto de vida.
“Por ello –planteó el conferenciante-, no es suficiente saber que tenemos reservas petroleras, lo que necesitamos son recursos de valores, de infraestructura ciudadana. Así como hubo un Fobaproa, así tiene que darse la recuperación de los ciudadanos, cada cual en su esfera de competencia. Un gran pacto por la educación cívica. No hay tiempo qué perder”.

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